Podemos afirmar que el mejor número de personas para trabajar es una cifra impar inferior a dos. La insuficiente capacidad económica, nos hará buscar un socio, el cual, en momentos de euforia, nos hará reflexionar sobre la conveniencia de esperar y en periodos de desánimo, nos impulsará para seguir adelante.
La elección de un socio,es una ardua labor, que primero debería pasar por un periodo de noviazgo entre ambos.
- Es importante que exista química, porque seria absurdo empeñarse en elegir a un socio con quien no tuvieramos sintonía.
- La intuición es mala consejera a la hora de elegir un socio para nuestro negocio,y seria aconsejable el consejo de una mujer, porque siempre vera lo que muchos hombres no ven.
- Fiarse de un socio no significa ponerse en sus manos ciegamente, siempre tendremos que estar atentos a sus movimientos dentro del funcionamiento de nuestra empresa.
- Si nuestra es la idea,el diseño y la organización de nuestra futura empresa, el socio deberá primar la labor del empresario.
- El empresario/emprendedor siempre deberá quedarse con el 51% de la propiedad de la empresa.
- Aunque el capital para iniciar el negocio sea nuestro primer objetivo, nunca deberemos ofrecer como primera medida, la participación,no podemos empezar el negocio quedandonos al descubierto.
- Es importante tener un extenso tarjetero de conocidos con los que poder embarcarse en nuevos e ilusionante proyectos.
- La confianza en nuestro socio, no nos exime del control de las cuentas, ya que el dinero es muy goloso.
- Si nosotros sabemos de letras, lo mejor será elegir un socio que sepa de números. En una nueva sociedad, tanto el emprendedor como el socio, deben ser complementarios.
- El número mágico de socios, seria de tres, sin que ninguno de ellos posean el control absoluto de la empresa.
- Un socio puede ser para toda la vida, pero para estar con el mejor, siempre hay que conocer a otros socios primero.
- Las cosas claras y el chocolate espeso, nunca debemos quedarnos con dudas sobre las intenciones de nuestro socio, debemos preguntar y preguntar hasta averiguar casi al 100% las intenciones del mismo a formar sociedad en nuestro negocio.
- Si tu socio tiene desparpajo y cara dura, tu más. Debes luchar por tu negocio hasta el final, siempre hay sinvergüenzas y piratas que van a la caza de patrimonios ajenos y lo mejor es alejarlos de nosotros lo antes posible.
- Por ultimo, escucha lo que tu socio te dice, y comprueba que actúa según a sus palabras.
Bibliografia: 1010 consejos para emprendedores.
Autor: Javier Fernández Aguado.
Editorial LID comferenciantes.com
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