viernes, 30 de noviembre de 2012

DIRIGIR TU EMPRESA



Dirigir es lograr que la gente quiera hacer lo que tiene que hacer. Los empleados siguen al líder y están dispuestos a hacer por él cosas que no le son explícitamente solicitadas.

El liderazgo consiste básicamente en lograr la pleitesía de los demás por valores intrínsecos, por inteligencia, por habitos operativos asumidos, etc., que el líder posee. No es impuesto, se merece, es recibido por parte de los otros sin necesidad de buscarlo. Nadie vive sin identificar un líder al que seguir. El poder no acompañado de liderazgo produce, de entrada, rechazo.



Afirmar de forma sistematica que otros no dirigen bien es el mejor modo de reconocer que uno no sabe hacerlo.
Gobernar una empresa exige obtener resultados. Lo mas complicado es dirigir personas; cualquier otro elemento de la empresa se queda donde ha sido puesto. Por el contrario, las personas tienden a moverse.
sueldo.



Las responsabilidades del empresario justifica la diferencia de sueldo. La relativa tranquilidad de un empleado, que se va a su casa, sin llevarse los problemas del futuro de la empresa en la cabeza justifica su inferior salario. Si el empresario carga sobre los hombros de los demás sus funciones y responsabilidades ¿ que explicaría su sueldo?.

Cortar cabezas cuando ha habido problemas en la empresa, pero tocar para nada la propia, es un modo de promover la pasividad.

 La retribución es un elemento fundamental de motivación. Con él se demuestra que se aprecia lo que los demás hacen. Las palmadas en la espalda, no alimentan, sino que a veces te hacen sentir inferior, y no son nada agradables. Premiar a los empleados es eficiente, pero como todo, dependerá de las circunstancias y de los momentos. Un empleado contento en su trabajo, es un seguro de vida para nuestra empresa.

No todo el mundo sirve para dirigir una empresa. Es importante que el emprendedor posea capacidad de liderar. En caso contrario, de no poseer esta capacidad, deberá encontrar alguna persona de su equipo que le sustituya en esas funciones y limitarse a transmitir las lineas estratégicas.
No disponer de habilidades no significa ser más ni menos, pero empeñarse en hacer lo que uno no sabe conduce a la frustación.
Dirigir es lograr objetivos, pero sin dañar a las personas. Prometer participación y luego no darla es el camino para que el emprendedor sea calificado como un mentiroso profesional. Si no la vas a dar, más vale no prometerla, porque las expectativas incumplidas se vuelven contra el prometedor.

Quien no es capaz de poseerse a si mismo, no está en condiciones de gobernar, lo hará superficialmente. Si no eres capaz de controlarte, no sabrás ni que solicitar de tus empleados, ni como hacerlo, ni con que limites. Lo primero que hay que aprender es a dirigirse a uno mismo.Dirigir con poca profesionalidad, sin embargo, daña a personas, porque se les amarga la vida innecesariamente.

El verdadero líder se descubre cuando esta ausente. Cuando no esta presente, los empleados le echan de menos. Sucede todo lo contrario de lo que acaece con quien tiene poder y no liderazgo.

Uno de los mejores modelos para entender lo que ha de ser el gobierno, es el de una orquesta. No hay grados jerárquicos, cada uno conoce su obligación, el esfuerzo de todos produce un espléndido sonido que provoca que los clientes acudan a raudales a escuchar aquella producción.



La diferencia entre una orquesta y un campo de concentración es aproximadamente la misma que existe entre una organización dirigida por un profesional con valores y un gañán que no sabe a donde vá.
Si la dirección de tu empresa no la llevas con orden, estallará el desconcierto entre tus empleados.





Para finalizar las dos reglas fundamentales de la dirección para tu empresa:

  1. Emplear el sentido común en todas las circunstancias.
  2. No se precisan normas complementarias.

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